Patrick Blanc y su oásis de Aboukir se han convertido en un espectáculo para el que los adjetivos verde, frondoso, lleno de vida o pared vegetal se quedan cortos. En la esquina de la rue Aboukir y la rue des Petits Carreaux, esta obra de arte imprime un carácter más relajado a esta histórica zona de París, donde los turistas se mezclan con el área comercial y residencial del segundo distrito.
Es una realidad que los vecinos de las grandes ciudades demandan más espacios verdes y más contacto con la naturaleza, pero no siempre es posible encontrar con metros cuadrados disponibles en el corazón de París. ¿La solución? La arquitectura verde: Una fachada de 25 metros donde viven 7600 plantas diferentes como si se tratara de una jungla urbana.